Con esmero y cuidado

Es el año de la Tragedia del Estero Minte, uno de los peores accidentes carreteros de Chile. Año de la fundación de la comuna de Chillán Viejo, se dio una segunda eliminación temprana consecutiva de la Selección Chilena de Fútbol en una Copa América, sumado al Terremoto de Antofagasta.

1995… también ocurrió en el sur del país el Terremoto Blanco y los canales Rock&Pop y Gran Santiago Televisión iniciaron sus transmisiones (16 de agosto y 9 de octubre, respectivamente).

Por: José Ángel@poetadelrelato

 

La celebración de Halloween llevaba pocos años de «popularidad» en la capital del país, y la mayoría de niños sentía la emoción de interpretar personajes y, sobretodo, el salir por una delicia que se conseguiría de manera sencilla, sin dinero y con diversión de por medio.

En Macul, las personas se aprestaban para el embate de los niños en el puerta a puerta; aunque en el condominio Los Viñedos la situación era más bien serena. Inclusive, la mayoría estaba más preocupada de la cena, lo que comerían antes de ir a descansar aquel martes.

Orietta, en cambio, se esmeraba en cuidar a Isadora, su pequeña hija de tan sólo 2 meses de edad. Todo esto acontecía en el piso 5, más específicamente en el departamento 52 del block H.

Los niños comenzaron a ser cada vez más en el condominio. El ruido, los gritos, risas y chillidos se tomaron el ambiente que con el correr de las horas sólo se disipó una vez que la noche se hizo más profunda. Las golosinas inundaban los recipientes, bolsas, bolsillos y bocas de los pequeños quienes disfrutando sus «premios» no imaginaron lo que estaba pronto a suceder.

A eso de las 21:00 hrs. una o más personas ingresaron al departamento antes señalado, abordando a la secretaria bilingüe. Fue amordazada, desnudada, amarraron sus brazos por la espalda, y procedieron a ultrajar a la mujer. La apuñalaron en reiteradas ocasiones, diez para ser un poco más precisos. Todo ante la vista inocente de la casi recién nacida, que yacía a un costado de toda la situación en su cuna.

Durante esos momentos, la mujer de 39 años trató de emitir algún grito o chillido de auxilio. Una vecina escuchó, aunque supuso que eran los pocos niños que aún rondaban por el lugar. Una a una las heridas cortopunzantes empezaron a tener sus consecuencias, iba a ser difícil que sobreviviera. Pero aún faltaba algo más: un corte en la garganta que inundó el piso de sangre y que poco a poco empezó a nublar la visión de Orietta quien, ya estando tendida en el piso, perdió la consciencia para posteriormente fallecer.

Con cuidado y frialdad, el humo de unos cigarros se hizo parte del ambiente. A la pequeña niña se le dio una infusión de orégano antes de que siquiera empezara a llorar. El silencio se apoderó del lugar, y las horas continuaron transcurriendo.

La escena del crimen fue descubierta al día siguiente por la madre de la víctima, quien se encontró con la puerta «junta» sin señales de ser forzada. Una vez que la abrió por completo, el terror, llanto y gritos se apoderaron de la señora Venturini al ver a su hija con el cuerpo ya amoratado producto de las horas.

Al darse cuenta de la situación, los vecinos llamaron de manera inmediata a la policía. Hicieron las pesquisas correspondientes y se dieron cuenta de que la infante sobreviviente estaba mudada en aquel lugar que poseía huellas de zapatos, colillas de cigarros y demases; pero según las investigaciones, ninguna huella digital o resto de ADN que pudiera llevar con el/los autor(es) de semejante crimen.

Un par de años más tarde, la pequeña falleció de encefalitis viral. Según su abuela, todo ello producto de haber visto todo aquel macabro proceso que terminó con la vida de Orietta Eludwig. Al año siguiente, Orietta Venturi murió, seguramente afectada por no conseguir justicia y haber perdido en tan poco tiempo a su hija y su nieta.

Nadie sabe quien fue… Ya que con el paso del tiempo, se dio cuenta de ciertas irregularidades en la investigación, además de que algunas pruebas fueron pasadas por alto. Lo único cierto, es que el/los agresor(es) hizo/hicieron todo con el «cuidado» de calmar con un agua de orégano y mudar a la casi recién nacida.

 

 

 

Imagen: A24.com