OPINIÓN | La templanza le ganó a las garras en el debate

El debate de ayer fue histórico, 6 de 7 candidatos mostraron como realmente son. José Antonio Kast fue una taza de leche hasta que el candidato Gabriel Boric mostró los papeles donde se documentan sus acciones o empresas en paraísos fiscales.  De ahí en adelante el abanderado del Partido Republicano sacó las garras, los dientes y las uñas; y mostró realmente cómo es él.

No es malo ser un peleador; por el contrario, ser un luchador es bueno, pero eso no sirve para conducir un país en estos tiempos, lo que se necesita es templanza, sabiduría y también la capacidad de razonar, de reflexionar, de entender y de ponerse en otra posición que no sea la tuya y eso Kast no lo hace.

El candidato Eduardo Artés es el postulante más viejo a La Moneda en cuanto a su edad, y se podría decir entonces que tiene más experiencia en el mundo y en la vida, pero lo único que se pudo ver fue su tozudez, su ideología e idealismo político y no la realidad del mundo y de Chile.

Por otro lado, el abogado y abanderado de centroderecha, Sebastián Sichel mostró que puede tener un excelente programa de gobierno, que es joven, que tiene ganas, garra y en fin tiene buenos atributos. El problema es que, al ser enfrentado por la ex presidenta del Senado Yasna Provoste, no solamente se demoró en contestar la pregunta si había sido lobista del gas, sino que además antes de responder eso le contra preguntó a ella, cosa que no correspondía y se vio a un candidato desesperado.

Con respecto al candidato más joven, Gabriel Boric, realmente mostró que se vio más a la persona que al programa y es importante conocer a la persona en tiempos tan difíciles como estos (y siempre) –en los que abunda la cesantía, pobreza, el hambre, la migración y por supuesto una pandemia mundial que ha azotado a todos los países alrededor del mundo.

Se vio también que tiene buenos buenas ideas, buenos programas, que además se ha ido documentando en el tiempo y que además reconoció que se retractó de lo que alguna vez dijo sobre Venezuela, en cuanto a apoyar el régimen que hay allá. Eso es tremendamente importante, pero el factor que le juega en contra es que no se ha desligado del Partido Comunista. Y mientras eso no ocurra, no es un buen candidato a la presidencia de Chile.

Faltando solo dos postulantes de los cuales se podría decir que Marco Enriquez-Ominami tiene sus “Yayitas”, por supuesto, pero hay cosas que él sabe y los otros candidatos a la presidencia no. Conoce el tema de la migración de cerca, porque fue migrante. Vivió toda su vida, desde niño, en Francia en esa condición, conoce el estado de bienestar europeo y la realidad de Chile.

Pero, por supuesto él vive en una esfera de confort y comodidad. Y si bien se mostró templado, mucho más que en su primera candidatura a La Moneda, lo que se pudo ver fue un excelente postulante al Ministerio de Relaciones Exteriores de un Gobierno quizás de Yasna Provoste.

En tanto que la ex presidenta del Senado demostró que ha aprendido en su carrera en el mundo político, aprendió con lo que le paso cuando fue Ministra de Educación y la acusación constitucional que enfrentó.

También se pudo observar que tiene un posible buen programa de gobierno y habló de la forma más honesta para ser una aspirante al Ejecutivo. Ella no va a prometer nada que no se pueda hacer, porque sabe que los tiempos son difíciles.

Se vio una persona calmada ante los enfrentamientos, preparada y joven con energía y que además que conoce la realidad de las regiones y las problemáticas que han tenido históricamente los profesores.

Se podría decir que ella fue la ganadora en el debate de ayer, la templanza se impuso a las garras.

 

Foto: Captura pantalla