The Weeknd, la confirmación de un Starboy

Digamos las cosas como son: tú o quizás la gran mayoría no sintonizó la final del fútbol americano para ver el partido en sí. Quizás ni te acuerdes del marcador, mucho menos de los equipos que buscaban un nuevo título a su palmarés. Viniste por el clásico que sigue más del 70% que agenda el primer domingo de febrero.

Y es que el Súper Tazón sabe como manejar el marketing, más con un deporte creado para ese espacio que ayer fue distinto a lo habitual. Pese a todas las especulaciones, Abel Tesfaye, conocido en el espectáculo como The Weeknd saltó a la cancha durante el show de medio tiempo en solitario. Sin Daft Punk, sin la Rosalía, sin Miley Cyrus.

Un escenario puesto en una de las tribunas del estadio Raymond James simulaba una ciudad llena de luces y hologramas, retratando a fidelidad el hilo conductor de la historia de su último álbum After Hours, obviamente menos explícito para el respeto del público. Palabra cumplida.

Un viaje que repasó los hits de su trilogía de discos y que reflejó en sus respectivas historias de personajes la llegada a la fama con Beauty behind the madness («Can’t feel my face», «Earned it», «The hills»), su aceptación al estrellato de Starboy («Starboy», «I feel it coming») y su consolidación con catarsis de arrepentimiento en After Hours («Save your tears», «Blinding lights»).

El juego de cámara simulando una selfie, un homenaje a los fallecidos por Covid-19 y el uso de escenario con su orquesta para terminar con una fiesta total en el gramado de juego con bailarines a rostro cubierto con gaza (siguiendo el argumento de su álbum) confirma que The Weeknd está “cegado por las luces”, precisamente el tema con el que cerró su participación.

Show que coincide con el lanzamiento de su recopilación de esa trilogía que sigue escribiendo la historia de uno de los heredaos musicales de Michael Jackson. Y hablando del Rey del Pop, Abel no defraudó con su vestimenta y sus zapatos negros con calcetines blancos. Homenaje sutil a quien declaró en más de una oportunidad como su máxima influencia.

Quizás se pudo hacer más con los 7 millones de dólares invertidos por el cantante canadiense, además de la notable ausencia de “In your eyes”, otro de sus temas de cabecera. Su presentación no fue la más espectacular como las antecesoras. Sin embargo y pese a toda la situación actual que vive Estados Unidos, The Weeknd entendió que, aunque haya poco público, el show debe continuar. Incluso si Tom Brady haya ganado su séptimo anillo.

 

Foto: Mundo Deportivo