Si quieres leer el primer capítulo, simplemente haz click aquí
26 de agosto
Fui a mi curso de conducción y no tuve ningún problema.
Pero de vuelta de Manquehue, tomé la calle Las Garzas, que comunica con la entrada del pasaje donde vivo, y ahí comenzó la corriente fuerte en mi mano y brazo izquierdo, comenzó a bajar por mi lado izquierdo, diría que agarró todo mi lado izquierdo desde la cabeza hasta los pies.
La mitad de mi estómago empezó a moverse de forma loca, sentía como si una máquina moviera mis abdominales por dentro y con electricidad, mis costillas se comprimieron hasta el punto de que me costó un poco respirar -esto agravado por la mascarilla- y luego esa presión descendió lentamente -deteniéndose en cada punto- hasta la pantorrilla.
Ha pasado una hora y media y mis costillas izquierdas siguen presionadas, más leve que al principio, pero la presión sigue.
Más tarde me dio en la mano derecha. Es más: aún siento la corriente, pero me deja escribir.
Foto: Pixabay
También te puede interesar
-
Un centro cultural en Metro: Espacio Trayecto abre sus puertas
-
Bitácora: primera semana usando AVONEX – Capítulo 3
-
Cartas al cielo, una dedicatoria a nuestras mascotas
-
Sin Vetos: El libro para abrir la conversación de la Convención Constituyente
-
Niños y niñas de la Región de Los Ríos escriben nuevos contenidos de revista Qué Lindo Leer